Ruta Románica del Castillo de Sant Salvador o Verdera
Conocido por el Castillo de Sant Salvador, en la Sierra de Rodes enclavado sobre la montaña de la Verdera, por encima del Monasterio de Sant Pere de Rodes, a unos 670 metros de altitud sobre el nivel del mar, se encuentra este ruinoso castillo, del que tan solo queda su muralla y los cimientos de la propia fortaleza.
Se citan varios documentos uno del año 928 como "castrum quod dicunt Verdaria” más latinizado como “Veridaria”, significa, castillo cuyo nombre es Verdera, en el año 974 el conde Gausfred de Rosselló cede el castillo al Monasterio benedictino de Sant Pere; Así como las Bulas reales decretadas de los años 977 y 982, confirmando la posesión del castillo por el Monasterio Sant Pere de Rodes.
Posteriormente el edificio pierde su antiguo esplendor siendo abandonado, por tal motivo el Conde Ponç Hug de Empordà, en 1283 ordena la construcción del hoy visibles restos , sobre las ruinas del anterior.
Sant Salvador de Verdera, constituye un frente militar que los monjes de Sant Pere, poseían tanto para la defensa del Cenobio como lugar de vigía en la comarca del Empordà, según documento del año 1474, en el cual se le hacia posesión al abate del Monasterio de Sant Pere sobre dicha fortaleza.
Sant Salvador, cuya importancia estratégica era esencial en la Edad Media, pasados aquellos tiempos, al igual que el monasterio existente a sus pies, fue abandonado y expoliado; Del cual se conservan su muralla, y la iglesia que albergaba, documentada esta sobre el siglo XIII, no obstante por su fisonomía parece ser que el templo ya existía en épocas muy anteriores, concretamente del siglo XI, situándose en los comienzos del románico, cuyas características principales de la iglesia Basílica de planta rectangular sin nave transversal, Vuelta de cañón , compuesta de tres naves, con tres *absides semicirculares orientadas al noreste, adosada esta construcción a las murallas del castillo, por otra parte planta muy similar a la Iglesia de Sant Andreu de Sagàs; De los restos de esta iglesia de Sant Salvador, permanecen en pie apenas unos fragmentos del pórtico occidental, como del *abside septentrional. Frente a la fachada de poniente que al borde del precipicio conserva aun parte del Atrium de la iglesia, conjuntamente con dos muros laterales como restos exiguos de una Absidiola septentrional, menor de un metro de altura; todo este conjunto monumental que bien pueden recordar a la cercana iglesia de Sant Joan de Palau-saverdera hacen pensar por el tipo de Paramento , como una de las características del estilo constructivo del siglo XI.
Del propio Castillo de Sant Salvador, no se conserva ningún rastro de sus estancias, tan solo en contados lugares escasos vestigios de cimentación, entre el accidentado lugar muy agreste y rocoso donde pudiera haber existido algún espacio habitable hoy desaparecidos, por otra parte se conservan unas ocho torres, de la muralla, alternando sus formas semicirculares o cuadradas, unidas a los muros, sin traza alguna en la existencia de Almenas defensivas.
La ascensión hacia el Castillo de Sant Salvador o Verdera, comienza muy cerca del bloque de entrada del Monasterio de Sant Pere de Rodes, un estrecho camino o sendero, en un principio casi recto, pero al poco tiempo se torna serpenteante, e incluso tortuoso y con gran dificultad a cusa de su pronunciada pendiente y lo escabroso de su camino, puesto que ha de salvar 150 metros de desnivel entre las dos construcciones, tras lo cual se llega a la entrada del castillo, que no es visible desde la senda, hasta tenerla justamente sobre el caminante.
En la entrada al castillo se encuentra el torreón de acceso, contrario al cual, hacia el sur se haya la Torre Triangular, en el centro de la fortaleza la llamada Plaza de Armas, entre la iglesia y la muralla que mira al este en la esquina junto a una torre se puede ver una Poterna , a continuación de la iglesia mirando al oriente y la Bahia de Roses, la Torre del Homenaje. Al oeste del castillo un lugar que se asoma a un precipicio surge la leyenda contada en varias versiones, el denominado Salto de la Reina, desde donde se precipitó con sus caballo una reina, o la condesa del lugar, huyendo de los cristianos, o por una infidelidad hacia su marido, precipitándose desde 600 metros de altura y estrellándose contra las rocas del final de su suicida carrera, y también según dicen... por las noches aun se oyen sus desgarradores lamentos.
En sentido contrario a pocos metros distantes de extramuros, una pequeña ruina que corresponde a la Cisterna del Castillo de Sant Salvador. Pero lo más impresionante de todo, corresponde a la magnífica vista que se contempla desde esta atalaya natural de la montaña Verdera, ya que en un día claro, se divisa el promontorio del Cap de Creus (el más oriental de la Península) y todo el Golfo de Roses junto con su amplísima playa, extendiéndose la vista hasta el horizonte montañoso, teniendo como fondo el mar Mediterráneo, lo que resulta una vista paradisíaca de la Costa Brava; Sin dejar de tener en cuenta que por el lado contrario junto a la muralla del castillo, vemos en un primer plano el impresionante y majestuoso Monasterio de Sant Pere de Rodes, en donde alargando más la vista se nos presenta las agrestes formas rocosas de la montaña Verdera, en cuyo final a todo ello la típica población de Port de la Selva, su pequeña bahía, el principio del Parque Natural de Cap de Creus, y como no otra vez el azul Mediterráneo, imborrables todas estas maravillas naturales, que se añaden a la riqueza arquitectónica del arte románico.