ROMÁNICO CATALÁN
Tras la romanización, el cristianismo irrumpe con fuerza en la construcción de sus templos.
Hacia el año 1.000 de nuestra Era, aparece el estilo románico en las construcciones religiosas del cristianismo en toda Europa, precediendo al pre-románico que había predominado durante el reinado de los visigodos, y los distintos pueblos galos.
El románico se extiende por Catalunya, venido de Francia, penetrando por el norte, Ribagorça Llitera, Taüll, Camprodón, Sant Pere de Rodes, Poblet, cuyos estilos y características principales, son la robustez de sus paredes y los edificios con bóveda de cañón, que en un principio eran de madera, pero en vista de la peligrosidad de sus incendios, fue substituido por piedra, sustentada esta bóveda por los pilares y a su vez por las mismas paredes del templo.
Otra preocupación de los constructores del románico, fue la sustentación del edificio, puesto que los cimientos consistían en masas de graba y piedras sin ningún tipo de ligazón, como podría ser la argamasa, por lo que temiendo el hundimiento del edificio, construían sus muros de un grosor considerable, de un metro de espesor a metro y medio, con pocas aberturas, con lo cual resultaban templos en semipenumbra, que al mismo tiempo invitaban al recogimiento y la meditación.
Es típico del románico, la construcción subterránea de la cripta, bajo el presbiterio, en donde se depositaban las reliquias de los santos, o bien como cementerio de relevantes personajes.
Poco a poco, al románico se le van añadiendo elementos arquitectónicos, empezando por el deambulatorio o ábside, a partir del siglo XII, rodeando la cripta, formando un semicírculo en el exterior del edificio, en cuyo interior se iban añadiendo las bóvedas de crucería o transepto, en la zona del presbiterio, con la característica cruz latina. A partir de la crucería se iban construyendo pequeñas capillas o absidiolas.
El románico es casi exclusivo de carácter religioso, aunque también existen construcciones civiles, sobre todo castillos defensivos.
Igualmente es de destacar el campanario, no incluido en el edificio, sino junto al mismo.